De nuevo volvimos a comenzar nuestra nueva etapa a las 6 de la mañana. La noche anterior nos advirtieron de que haría frío y nos abrigamos para poder sobrellevarlo, pero por una vez no acertaron.
El amanecer fué estupendo, no hacía frío y la temperatura era muy agradable.
Conforme van avanzando los días y nos desplazamos hacia el Oeste es inevitable que vaya amaneciendo cada vez más tarde.
Después de estirar un poquito los músculos de las piernas nos pusimos nuestras linternas en la cabeza y comenzamos el ascenso a Cebreiro. Lo habíamos hecho la tarde anterior dando un paseo, pero esta vez fué más agradable; las piernas estaban descansadas y no hacía el calor del día anterior.
Rápidamente atravesamos Cebreiro y comenzamos un verdadero rompepiernas como dicen los ciclistas, contínuas subidas y bajadas hasta que coronamos el alto de Poio, dejando atrás Liñares.
Conforme nos acercamos a Santiago hay cada vez más peregrinos; es un contínuo adelantar y que adelanten con el consabido "Buen Camino".
Llegando a Fonfría el hambre iba apretando y necesitábamos recuperar fuerzas, con lo que paramos en un bar para poder desayunar.
Todas las mañanas tenemos un ritual que repetimos ya a modo de costumbre desde el primer día; despertador a las 5:30 horas, salida hacia las 6:00, barritas energéticas ó fruta a las 8:00 de la mañana y desayuno hacia las 10:00 horas que normalmente es un buen bocadillo regado con hidratos de carbono (cerveza) que nos ayuda hasta llegar a medio día.
Estos días nuestro avance hacia Santiago es más lento que los primeros días, no sólo por el cansancio que vamos acumulando sino por el trazado del mismo; la zona del páramo leones es una inmensa llanura con un firme extraordinario, que te invita a hacer más de 35 kilómetros en 6 ó 7 horas, mientras que desde que comenzamos con las zonas montañosas con sus toboganes y el piso propio de la montaña, en el mismo periodo de tiempo no superamos los 25; estos rompepiernas te destrozan los tobillos y los pies al no ser un firme contínuo sino lleno de rocas, piedras .........
Hacia las 11:30 de la mañana llegamos a Triscatela, aunque habíamos previsto avanzar un poco más hasta Samos pero estas bajadas, que son mucho más duras que las subidas han hecho mella en uno de nuestros compañeros de Camino y hemos tenido que ir al Centro de Salud para que lo atendieran, con lo que hemos decidido hacer noche en Triscatela y hacer mañana otra etapa cortita para que pueda recuperar bien y no haya consecuencias que ninguno deseamos. Hoy habíamos cubierto 24 kilómetros, más que suficiente
Después de cojer albergue en el Complejo Xacobeo hemos ido a comer, justo cuando estábamos en la terraza para empezar ha comenzado a llover, con lo que nos hemos tenido que resguardar dentro del bar. Después de saciar nuestro apetito hemos vuelto al Albergue para una reparadora siesta que nos ha venido de escándalo a todos.
Por la tarde lo habitual, paseo por el pueblo para ver la iglesia y poco más porque es un pueblo muy pequeño, con lo que rápidamente lo hemos recorrido entero.
Unas compras para la cena en la tienda del pueblo y a escribir un ratito el relato de hoy. Como no tengo conexión con el teléfono móvil hoy no podré subir ninguna foto, pero el próximo día lo haré, para que veáis una de las partes de un albergue ........ el zapatero. SUBIDA
Mañana llegaremos a Sarria sino llueve y tendré algo más que contaros.
Tengo ganas de volver a casa.
1 comentario:
y nosotras de que vuelvas. Animo os queda poco. Muchos besos....
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