lunes, 16 de noviembre de 2009

Un día en .......

Ya iba siendo hora de que retomara un poco el blog, bloc, blop ..... aunque la idea de un día una foto quedó abandonada a mediado de septiembre, con un buen puñado de fotos por subir y que creo que nunca las subiré, fundamentalmente por la pereza que me provoca, hoy e tenido el momento de retomar este espacio con una pequeña historia

Un día en ..........


EL HOSPITAL

Pues si, hoy ha sido uno de esos días que te pegas en un sitio, al que nadie quiere ir pero que por avatares de la vida nos vemos obligados a visitarlos, y que sabes cuando vas a entrar, pero no sabes ni cuando ni cómo saldrás.

Suele siempre pasar, no se si habrá algún artículo o corolario de la Ley de Murphy que hable de ello, pero cuando te gustaría contar una historia con la cámara, no la tienes a mano.

Pues eso me ha pasado hoy, después de laaaargos momentos de aburrimiento en el hospital, de cansarme de andar pasillos, me he palpado los bolsillos, con la esperanza de llevar la lumix encima y que por motivos de trabajo va siempre conmigo, pero ..... como hoy no existían esos motivos se quedó en casa.

Menudo fastidio, pero ....... estaba el móvil, que aunque no llega a ser lo mismo, puede ayudar a contar esa historia.

Puntuales a la cita incluso adelántadonos a la misma solemos acudir al HOSPITAL.























Después de los angustiosos tramites burocráticos, nos hacen el "checking" y nos dan acomodo en nuestra habitación





























Y sin saber porqué extraño motivo, nos invitan a tomar un insípido desayuno, con lo ricas que están las tostadas de jamón y aceite !!!!





























Una vez terminado "el almuerzo" nos traladan en por un laaaargo pasillo donde todo nos flanquea el paso y comenta nuestro estado, mientras que las luces que hay en el techo nos deja ciegos de forma intermitente.























Sin apenas darnos cuenta y dejando atrás nuestro efímero protagonismo de pasillos nos enfrentamos a la cruda realidad, la puerta que nos separará de nuestros acompañantes.























Son momentos en los que los que se quedan fuera están en tensa espera, sin saber lo que ocurre detrás de esa puerta























En estas circunstancias toda la ayuda que nos puedan aportar es buena























Todo empieza a relajarse para los de afuera, cuando aparece de nuevo el medio de transporte que nos devolverá a nuestra habitación.























Sólo falta esperar a que pronto nos hagan el "checkout" y ........























....... pronto podamos dejar un sitio, al que nadie quiere ir pero que por avatares de la vida nos vemos obligados a visitar.