domingo, 19 de julio de 2009

Etapa 9. Gonzar - Melide

Esta noche pasada hemos podido descansar sin los típicos ronquidos de los peregrinos; en la habitación para unos 18 - 20 peregrinos estábamos sólo 5 personas y eso se nota.

Hoy ha sido una jornada totalmente atípica, pues desde que comenzamos en Gonzar a las 6 de la mañana, nos ha acompañado un niebla espesa y húmeda que impedía ver más allá de nuestros pasos, por lo que no sabemos que paisaje teníamos a nuestro alrededor.


Lo único bueno que nos encontramos en esta primera parte de la etapa era el piso del Camino, sencillamente genial, una pista de tierra compactada que nuestros pies han agradecido enormemente.

Hemos ido atravesando agrupaciones de casas semiabandonadas como Ventas de Narón, Laneiros, Ligonde y Lastedo; todas ellas plagadas de hórreos como el que hoy ilustra esta jornada.

A las 9:30 habíamos llegado a Palas de Rei, donde hemos parado a desayunar; no hemos parado a nada más, pues tampoco queríamos que nos pasara lo de la jornada anterior y llegar demasiado tarde y cansados al punto de destino que teníamos previsto fuera Melide.

Cuando salimos de Palas de Rei la niebla había desaparecido prácticamente y ya podíamos ver algo más alrededor, eucaliptos, pinos, vacas ....... muchas vacas, demasiadas diría yo.

La etapa ha sido un contínuo subir y bajar tipo rompepiernas como casi todas las anteriores; mientras seguíamos caminando, nuestro equipo logístico en casa intentaba buscarnos sitio donde pasar la noche en Melide, porque nos comentaron ayer que el albergue de Melide era el peor del Camino y no había ninguno privado. Pero tampoco encontraban nada desde Úbeda para nosotros.

Continuamos nuestro camino atravesando pequeños pueblecitos como Casanova y Laboreiro donde paramos a tomar un refresco, nos quedaban sólo 6 kilómetros para completar los 31 que tenían en esta etapa, un par de kilómetros antes de Laboreiro dejamos la provincia de Lugo para adentrarnos en Coruña

A las 13:30 llegamos a Melide y pasamos delante de la pulpería que todo el mundo recomienda para comer, ya la teníamos localizada para después; ahora tocaba encontrar sitio y ducharse.

Siguiendo el Camino por dentro de Melide fuimos a dar con el Albergue municipal que no tiene mala pinta por fuera y ante la insistencia de uno de los componentes del grupo nos albergamos; está viejo, instalaciones más que pésimas y hacinados, en pequeñas habitaciones de 15 metros cuadrados hay 8 personas en 4 literas, duchas sin puertas ......

Tardamos más de una hora en poder entrar y ya el hambre era canina, nos duchamos y salimos corriendo a la pulpería con miedo a que cerraran y nos quedáramos sin nuestra recompensa.

Llegamos a la pulpería, que es una sala inmensa llena de mesas corridas, donde la gente con su plato de madera cubierto de pulpo se sienta para degustarlo: quizás en otro tiempo fuera la mejor pulpería de la zona, pero sin miedo a equivocarme en casa lo hacemos mucho mejor.

Después de comer lo de siempre siestecita reparadora, lavado de la ropa con la que hemos andado por la mañana y paseo por el pueblo para ver sus edificios, como en el albergue no hay conexión a internet con el móvil, he tenido que adelantar el post de hoy un poquito.

Sólo nos quedan un par de jornada para llegar a Santiago y de nuevo a casa. Estamos barajando la posiblidad de hacer mañana otra etapa de 30 kilómetros hasta Santa Irene y dejar los 21 restantes para el martes, todo depende de los albergues que encontremos en el Camino.

Ya falta muy poquito para volver a casa; hasta mañana

No hay comentarios: