jueves, 22 de septiembre de 2011

DIA 7. BARCELONA


21 DE AGOSTO
Vamos subiendo la cuesta que arriba mi calle se vistió de fiesta
Teníamos que aprovechar el día que nos quedaba en Barcelona, para seguir viendo las obras de Gaudí, pero ni las peques ni nosotros teníamos fuerzas para levantarnos temprano.
Después del desayuno tomamos el metro y nos dirigimos hacia la zona de Paseo de Gracia, para ver la casa Batlló, la Pedrera y todo el modernismo que nos pudiéramos encontrar.

Posando en la Casa Batlló
Personalmente la Casa Batlló tiene mayor belleza que la Pedrera, al menos exteriormente.  La cola para acceder a Batlló era importante y decidimos que no íbamos a entrar porque el tiempo era escaso y queríamos seguir disfrutando de Barcelona. Donde sí entramos fue en la Pedrera; había una exposición del fotógrafo Joan Colom, digna de ver.
Ana deltante de la Pedrera
Después nos dirigimos hacia la Diagonal y pudimos ver entre otras la Casa de Les Punxes, la casa Asia a la que entramos para verla.
Escalera de la Casa Asia
Continuamos por la Diagonal hasta llegar de nuevo al Paseo de Gracia, donde paramos un rato a descansar en los jardines del Palau Robert; no podíamos ya ni de nuestras almas. 

Los zapatos se negaban a andar ... querían acampar, estaban indignados
Pero todavía nos quedaba subir al Parque Güell, así que comimos nos dirigimos hacia el Barrio de Gracia para comer y nos llevamos una grata sorpresa: se enteraron de que estábamos por allí y nos prepararon un fiesta sorpresa; para que luego digan que no nos tienen aprecio.

Menuda fiesta nos habían preparado.
Hicieron unos castellets en nuestro honor en la plaza del barrio

... y hasta Mózart nos dió la bienvenida
 Lo que pasa es que teníamos un poco de prisa, nos tomamos una cerveza por no hacerles un despercio, les dimos las gracias y nos fuimos a comer a un sitio más recogidito; estábamos cansados y nos apetecía algo, ¿cómo diría? más familiar; y encontramos un restaurante propiedad de un paisano de Cazorla, que se portó con nosotros de lujo. Después de una charla amena sobre nuestra tierra y de la añoranza que él tiene, volvimos sobre nuestros pasos y atravesamos el barrio de Gracia, en el que por cierto aún seguían de fiesta, les dimos las gracias por su recibimiento y nos despedimos; nos esperaba el Parque Güell. 
Había hasta una zona zen, donde estuvimos meditando y buscando el karma

Pasamos prácticamente toda la tarde allí, las vistas son espectaculares, desde allí hay una panorámica sobre toda la costa mediterránea que merece la pena verla. En aquella época el Sr. Güell debía de disfrutar viendo como se extendía toda la ciudad de Barcelona a sus pies.


A estas niñas no se les gastan las baterías
Las más pequeñas, que parece que les dan cuerda y no se les gastan las pilas, volvieron a corretear, saltar y en definitiva a disfrutar; el resto nos dedicábamos a verlas incrédulos y preguntándonos de donde sacan tanta energía.
Angelitos .....
 La tarde estaba empezando a caer y nuestra estancia en Barcelona estaba finalizando, nos quedaba dormir aquella noche y al día siguiente Tarragona y vuelta a casa.
Ya casi las teníamos agotadas ....
Quedaba tomarnos unas cervezas y cenar para ir despidiéndonos 

A vuestra salud
 

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