sábado, 4 de septiembre de 2010

Día 5. Edimburgo. Entre japoneses, bodas y fantasmas.

04 de septiembre de 2010

Hoy hemos dedicado practicamente toda la mañana al Castillo de Edimburgo.





Es un castillo sencillamente espectacular. Muchos de sus espacios recrean el uso que ha tenido durante el tiempo, la cárcel, los salones de baile y recepción, la capilla, incluso un cementerio para perros, etc. Es un sitio imprescindible que no hay que dejar de visitar.

Algo que nos ha llamado la atención es que estaba plagado de japoneses, en la ciudad muy pocos, pero en el interior del castillo la inmensa mayoría Japoneses.

En la foto de abajo, se ve a dos prisioneras que he encontrado en la los calabozos del castillo jugando al dominó, me ha dado mucha pena y las he rescatado.





Los scottish breafast traen unas consecuencias para nuestros cuerpos que no son nada beneficiosas




Aunque después de una mañana ajetreada se vuelven más estilizados




Para recuperar nuestro estado normal, nos hemos acercado a tomar unas tapas en un restaurante que habíamos visto por la tele y que está regentado por españoles, y una de dos o lo tienen enfocado para los escoceses, o ya no lo tienen ellos, no ha estado mal la comida, pero esperábamos algo más auténtico.





De nuevo paseo para ver la catedral de St. Mary, donde hemos asistido a la boda de nuestros primos de Edimburgo. Ha sido muy emocionante pero ninguno del resto de los invitados nos ha reconocido; una pena, con el esfuerzo que habíamos hecho para venir.





Como estábamos muy decepcionados, no nos hemos querido quedar al banquete nupcial y nos hemos marchado a nuestro hotel para descansar un rato, que por la noche íbamos a asistir a un paseo de fantasmas, cementerios y leyendas.

A las 21:30 h. empezó nuestro tour, un precioso tour que nos llevó por cementerios, por callejuelas y que era amenizado por las leyendas más tétricas que podíamos imaginar; pero mereció la pena, es recomendable porque más que miedo, pasas risa. Durante el recorrido pudimos fotografiar algunos de ellos que paseaban por la Royal Mail. Por cierto la guía era de Jaén, y teníamos conocidos en común, lo que demuestra que el mundo es un pañuelo y nosotros somos ....




Después dé vivir experiencias paranormales, nos volvimos al hotel a descansar. El día siguiente nos esperaba un buen paseo por Edimburgo.

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