miércoles, 1 de septiembre de 2010

Día 2 - Madrid - Fort Williams. Nuevas experiencias

A las 5:00 h. sonó el despertador. Nos recogían en media hora para llevarnos a la T2.

Caras de sueño, pero con la ilusión de saber, que en pocas horas estaríamos en Escocia, o quizás no.

Llegamos a Barajas, facturamos maletas, nos dan los billetes y .... decidimos ir a tomar algo que a las 6:20 abrían el embarque y eran las 6:20, seguro que nos daba tiempo, nuestro avión saldría a las 7:00.

Cola para pedir, cola para pagar, desayunar .... son las 6:40, todavía tenemos tiempo, o quizás no.

Buscamos la puerta nuestra la B26 ..... más de 10 minutos de un laaaaaaargo pasillo, la encontramos por fin y nos dicen: "estábamos a punto de cerrar el embarque, estamos esperándoles a Vd., son los últimos" .....por poco nos dejan en tierra. Transfer en autobús hasta el avión y por fin despegamos a las 7:20 h.

El vuelo fué bueno y esta compañía tiene unos monitores en los que te van informando de tu posición, altura, distancia recorrida, temperatura exterior y como curiosidad, la altura de crucero son 30.000 pies unos 12 ó 13.000 metros, velocidad cercana a los 800km/h, la distancia 1.740 km y la temperatura exterior -60°, eso si que es fresquito. Durante el vuelo también vimos amanecer y realmente es espectacular.






Una vez aterrizados en el aeropuerto de Edimburgo, nos dimos cuenta de que si la temperatura no era de -60º si que estaba cercana a los 10º. Así que a coger chaquetas y abrigarse tocan.





Después de recoger las maletas fuímos a buscar nuestro coche. Todo correcto, muy amables, ningún problema para entendernos, se esfuerzan en hablar más despacito para que los entendamos, sobre todo si les dices que tú inglés es muy malo, se apiadan de tí y hacen un esfuerzo, porque cuando hablan rápido no entiendes ni "jota".

Ya teníamos coche. Pero con su volante a la derecha, el cambio en la izquierda, menos mal que los pedales están situados igual que los nuestros.





Nuestra primera parada, sería Stirling, para ver su castillo y su Centro Histórico.

Salimos a la carretera y la sensación de la conducción es muy extraña circulas por el carril contrario, giras en el sentido horario en las rotondas, te incorporas y sales por la izquierda .... y te adelantan por la derecha, pero por lo demás todo bien, bueno a excepción del GPS, que quería siempre llevarnos dirección Edimburgo y todavía no se muy bien el porqué de su manía.

Llegamos a Stirling y subimos a su Castillo, en nuestra subida nos encontramos con la old town jail, en la que tenían castigada a una preciosa niña que pronto liberamos.





Antes de entrar al castillo, pasamos por taquilla y estos sitios si son caras, pero de verdad, los 2 adultos y la niña 24 libras .... unos 27-28 €. Una pasada, decimos comprar una passport card familiar por 44 libras que nos permitirá ver a parte de otros monumentos el castillo de Edimburgo.





El castillo, la verdad es que merece la pena, lo tienen muy bien conservado y es un paseo muy agradable, y con la ayuda de la audio-guía te permite entender la vida de aquella época.






Después de comer por el centro de Stirling, tomamos rumbo hacia Fort Williams que iba a ser el lugar donde parásemos a dormir, aunque todavía, no teníamos sitio donde hacerlo, íbamos al "arriesgue".

En nuestro camino paramos a ver otro castillo, éste es el que más le gustó a Ana, no había prácticamente nadie y tuvo total libertad de movimiento, era el castillo de Doune.









Estaba comenzando la tarde y seguíamos aún lejos de nuestro destino y sin alojamiento. Sólo teníamos claro que queríamos un Bed&Breakfast, algo muy típico en esta zona. Todo lo que habíamos leído sobre ellos era positivo y queríamos probar.


Sobre las 18:00 h. llegamos a Stirling y comenzamos el periplo, muchos de ellos tenían el cartelito de "NO VACANCES"

Nos acercamos hasta la oficina de turismo para preguntar y no nos gustó mucho la gestión; te buscan alojamiento y te cobran 4 libras, no está mal la gestión, pero después de un par de llamadas y viendo que se incrementaba el precio de la B&B cada vez que llamaba, decidimos buscar por nuestra cuenta y realmente no es difícil; encontramos rápidamente un casita donde pasar la noche.






Ducha rápida y a visitar el pueblo, está junto a un lago, el Loch Eli. Es un pueblo pequeño que se ve en un rato; localizamos la estación del tren, para ir a ver al día siguiente el Jacobite que es el tren que sale en la película de Harry Potter y a cenar.

Teníamos hambre y ganas de probar los famosos Haggys y la cerveza de Escocia, así que no esperamos más y nos fuímos a cenar.





Cuando salíamos del pub estaba lloviendo, se ponía la cosa complicada para el día siguiente, pero eso será mañana. Buenas noches que ya el cansancio del día se acumula en nuestros párpados.




1 comentario:

Grebarsan dijo...

Esa cervecita con el cheescake que anuncian detras y yta tienes la cena.
Buen viaje.
Grebarsan